PLAN IGUALDAD
El principal motivo que nos motiva para desarrollar este PLAN de IGUALDAD es la necesidad de trabajarlo desde el ámbito educativo para eliminar las desigualdades de género . La normativa señala un currículum de mínimos específico, que incorpora la perspectiva de género en las diferentes etapas educativas, para enseñar a detectar y superar las discriminaciones sexistas, para prevenir la violencia de género . En definitiva, la legislación promueve la coeducación, pero ¿tenemos claro qué significa coeducar?
Coeducar va más allá de educar en la misma aula y con el mismo currículo y metodología a chicas y chicos. Coeducar significa educar en igualdad de oportunidades, respetando y valorando las diferencias. Por tanto, rompamos con la “mochila” social y educativa que nos carga de estereotipos y prejuicios de género.
El Plan de Igualdad de nuestro centro se va a elaborar para el presente curso escolar atendiendo a los siguientes elementos:
- Elaboración del plan de diagnóstico para detectar y visibilizar las desigualdades que servirá de punto de partida para la concreción de las actuaciones a realizar. Se han desarrollado los siguientes apartados:
- Diseño de actuaciones concretas para integrar la perspectiva de género en el Plan de Centro de acuerdo con los objetivos establecidos.
- Calendario de actuación para el desarrollo de las acciones programadas.
- Recursos personales y materiales.
- Procedimientos e indicadores propuestos para realizar el seguimiento y evaluación del Plan.
Los maestros y maestras de todo el mundo, como formadores de la futura sociedad, debemos tener en cuenta que el principio básico para desarrollar una convivencia de calidad es la igualdad entre el alumnado; siendo esta una demanda social a la que desde la escuela debemos dar respuesta. Que mujeres y hombres sean iguales quiere decir que tengan las mismas oportunidades de realización personal y social, compartan las responsabilidades familiares, laborales y de poder.
Esto exige tomar aquellas medidas que posibiliten que la igualdad formal se convierta en igualdad real.
La defensa de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres parte del principio de que las mujeres, como ciudadanas, deben ser tan libres como los hombres a la hora de decidir y ejercer papeles sociales y políticos. Esta perspectiva que se ha denominado derecho a la igualdad se fundamenta en la firme convicción de que no es posible la libertad sin igualdad y ésta requiere la eliminación de las barreras de la discriminación y del prejuicio.
Desde la familia y en la escuela se proporcionan modelos de conducta y se imponen comportamientos que los medios de comunicación y el grupo de iguales les refuerzan.
Por ello, el proceso de coeducación comienza en la familia y la escuela, siendo los primeros espacios de socialización desde los cuales se compensan los desajustes de origen diverso, como aquellos que provienen de prejuicios sexistas que pueden incidir en el desarrollo de los niños/as en sus primeros años.
No debemos olvidar que la igualdad no es la eliminación de las diferencias sino la ausencia de discriminación por la existencia de esas diferencias. Por todo ello pensamos que desde la escuela queremos educar para la Igualdad, la Paz, la Cooperación y la Solidaridad.
Durante nuestra vida, aprendemos a comportarnos como las demás personas. Repetimos conductas que aceptamos como válidas, por costumbre, porque así nos las enseñan desde la infancia, aunque algunas de ellas se basen en prejuicios y provoquen la indefensión de quienes se muestran diferentes. Si creamos oportunidades de igualdad, avanzaremos en una sociedad más igualitaria .